En el proyecto 100Caminos, dos personas provenientes de diferentes ámbitos (prácticas creativas, saberes tradicionales o investigación científica) caminan juntas y conversan durante un periodo de tiempo y en un territorio que -al menos uno de ellxs- conoce bien. La práctica del “caminaryconversar” desemboca en una acción pública, una intervención o un registro de esa interacción intensa en el espacio caminado. 100Caminos trabaja en el ámbito de acción de la cultura contemporánea en el territorio y está pensado para articularse con las iniciativas de pequeños pueblos y ciudades que están recuperando sus viejos caminos en un esfuerzo de revitalización de su patrimonio natural y social. Conocer el territorio que habitamos y saber interpretarlo es uno de los objetivos de 100 Caminos y el caminar como práctica estética uno de los medios para conseguirlo. Los caminos nos llevan a conocer esos territorios, a conocer los nombres e historias de los seres no humanos que lo habitan; a saber identificar sus puntos frágiles -aquellos en donde se hace necesario un trabajo de rehabilitación ecosistémica – y también los puntos fuertes a celebrar y replicar.